OBJETIVO​

Contribuir en la formación humana y cristiana de los fieles laicos de la parroquia Nuestra Señora del Camino, mediante la profundización teológica y pastoral de la Doctrina Católica, para que cada persona fortalecida en su fe, profundice los principios cristianos, acreciente el amor a Cristo y se realice para la misión evangelizadora.

​OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Ofrecer un plan de estudio fundamentado en la Tradición, la Sagrada Escritura, el Magisterio de la Iglesia  y la reflexión teológica.
Formar al laico humana y cristianamente para la comunión a través del encuentro oportuno a nivel diocesano como parroquial.
Proyectar al laico para la misión y la evangelización en su comunidad parroquial.

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ ESTUDIAR EN LAS ETEL?

"¿Y quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno? Pero aun si sufrís por causa de la justicia, dichosos sois . Y NO OS AMEDRENTÉIS POR TEMOR A ELLOS NI OS TURBÉIS".

1Pe 3, 13-16a  

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​​Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.​

Hch 4, 20.

¿QUÉ SE PRETENDE?

Lograr una formación seria y profunda de los laicos, para que lleguen a ser testigos de la fe en la Iglesia y en el mundo, lo mismo que defensores de la verdadera doctrina, de la cual es depositaria la Iglesia Católica.
No podemos olvidar que cuando nos acercamos a las ciencias sagradas, lo hacemos partiendo desde un profundo acto de fe en Dios nuestro Padre, quien nos ha hablado por medio de su Hijo Jesucristo.
El estudiante de Teología debe practicar la oración como alimento diario para comunicarse con Dios, en su anhelo de conocer algunas dimensiones divinas. Por tanto, no se trata de adquirir solamente conocimientos doctrinales, sino de adquirir un modo de ser, de pensar y de obrar que nos identifique de inmediato como discípulos de Cristo, testigos de su Evangelio y miembros activos de nuestra madre la Iglesia católica.
El estudiante de la ETEL debe tener la actitud humilde de aquel que sabe que Dios es inabarcable y que solo de rodillas se debe llegar hasta Él, para adorar su misterio infinito. Debe ser un servidor humilde y sencillo a ejemplo de Cristo que no vino  a ser servido, sino a servir.