
OBJETIVO
Orar es hablar con Dios, y para hablar con Dios es necesario que creas que Él es y que está para galardonar a los que le buscan. En otras palabras debes tener Fe en el Dios de amor. “Sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6). Nuestra Fe es probada cuando hablamos con Dios, porque, estamos dirigiéndonos a alguien a quien nuestros ojos físicos no ven. Locura para el incrédulo, pero, para el creyente, es una necesidad y un deleite.
Tú no ves al viento con tus ojos, pero sabes que existe porque lo sientes, ¿verdad? Lo mismo es con Dios, no lo vemos, pero, porque creemos en Él, lo sentimos. “Fe es la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1).
Solo podemos establecer esa relación de amistad con Dios a través de Jesucristo, quien tomó nuestro lugar en la cruz para que pudiéramos tener paz con Dios.
“Nadie viene al Padre sino por mí.” Juan 14:6.
Por eso, oramos al Padre en el nombre de Jesús. Y como no sabemos pedir como conviene, necesitamos la asistencia del Espíritu Santo, quien nos ayuda en nuestra debilidad intercediendo por nosotros conforme a la voluntad de Dios.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Nuestra relación con Dios es similar a nuestra relación con otros, en que todas las relaciones requieren de fe. Nosotros nunca podremos conocer totalmente a ninguna otra persona. No podemos experimentar todo lo que ellos experimentan ni entrar en sus mentes para conocer lo que son sus pensamientos y emociones. Proverbios 14:10 dice, “El corazón conoce la amargura de su alma; y extraño no entremeterá en su gloria.” Somos incapaces de conocer totalmente aún nuestros propios corazones. Jeremías 17:9 dice que, “Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso; ¿quién lo conocerá?” En otras palabras, el corazón humano es tal, que busca esconder lo profundo de su maldad, engañando aún a su dueño.
¿POR QUÉ Y PARA QUÉ ORAR?
Como humanos, cuánto nos cuesta, en ciertas circunstancias, creer que Dios todo lo puede! ¡Cuánto batallamos con nuestros razonamientos o los de otros cuando de creer a Dios se trata! ¡Cuánto se tambalea nuestra fe cuando pedimos y esperamos y seguimos esperando y nuestra petición no es contestada! Hay infinidad de razones por lo cual eso sucede, pero, de algo estoy completamente segura, y es que, “Nada hay imposible para Dios” y “Para el que cree, TODO es posible".
Cómo puedes participar?
Acércate a nuestro despacho parroquial para conocer más de este grupo!
El Alfarero
Grupo de Oración



